Mycobacterium tuberculosis, agente etiológico de la tuberculosis (TB) en humanos, continúa siendo un grave problema de salud mundial. Los ácidos micólicos (AM), uno de los lípidos más importantes de la membrana externa de las micobacterias, se asocian con la virulencia bacteriana y su resistencia intrínseca a los antibióticos; su vía biosintética es uno de los principales objetivos para el tratamiento de la TB. La biosíntesis de AM involucra dos sistemas distintos de sintasas de ácidos grasos, FAS I y FAS-II, que trabajan en conjunto para mantener una homeostasis lipídica estrictamente regulada. El objetivo de esta línea de trabajo es comprender cómo las micobacterias ejercen este control sobre la biosíntesis de lípidos de membrana e identificar los componentes clave de la red que controla la biosíntesis de ácidos grasos y AM a nivel bioquímico y transcripcional mediante un enfoque multidisciplinario. Una mejor comprensión de este complejo proceso regulador de la síntesis de lípidos en micobacterias contribuirá significativamente al desarrollo de nuevas estrategias para el control de esta enfermedad, incluyendo el diseño o la identificación de compuestos que podrían desregular la biosíntesis de ácidos grasos e inducir la muerte bacteriana. Responsables: Dres. Gabriela Gago, Lautaro Diacovich y Hugo Gramajo.
El objetivo general de esta línea es proporcionar información sobre los mecanismos que permiten a M. tuberculosis adaptar la expresión de los componentes de su envoltura celular en respuesta a los cambios ambientales del hospedador. La hipótesis de trabajo es que la regulación coordinada de los diferentes sistemas de biosíntesis lipídica es esencial para la viabilidad y adaptación del metabolismo de M. tuberculosis durante la infección. Uno de los objetivos que proponemos es caracterizar el papel fisiológico de FabH en M. tuberculosis durante la infección, una enzima clave para la conexión entre los dos sistemas FAS y necesaria para la síntesis de ácidos micólicos. Asimismo, las vías de síntesis de fosfolípidos y TAG están coordinadas, presentando enzimas y sustratos comunes, que también dependen del sistema FAS I; siendo el ácido fosfatídico (PA) un intermediario clave en las dos vías metabólicas. En micobacterias, y en actinomicetos en general, las aciltransferasas implicadas en la síntesis de PA aún no se han caracterizado, por lo que nos proponemos dilucidar estos pasos enzimáticos esenciales para la biosíntesis de membrana. El análisis de los resultados obtenidos proporcionará herramientas para comprender cómo se coordina la síntesis de lípidos en M. tuberculosis y su papel durante la infección y podría proporcionar nuevas dianas para el diseño de nuevos compuestos antimicobacterianos.
M. tuberculosis posee seis supuestos complejos acil-CoA carboxilasa (ACCase), algunos de los cuales son esenciales y se han estudiado bioquímicamente. Sin embargo, se sabe poco sobre la regulación de estas enzimas. Recientemente, se identificaron dos proteínas que interactúan con una subunidad de complejos ACCasa; una de ellas pertenece a la familia de proteínas PII y la otra, denominada Wag31, es ortóloga de DivIVA.
En micobacterias y otros actinomicetos, la modulación de las actividades de ACCasa mediadas por PII y Wag31 no se había estudiado previamente. Nuestro objetivo es caracterizar bioquímicamente la interacción de las proteínas PII y Wag31 con los complejos ACCasa en micobacterias y su influencia en la fisiología de este patógeno, analizando la relación entre el metabolismo de N y C. Los resultados permiten esclarecer los procesos moleculares que podrían afectar la fisiología de este grupo de bacterias.
Para sustituir algunos derivados petroquímicos por moléculas menos contaminantes, se desarrollaron estrategias para la producción de nuevos compuestos oleoquímicos. Actualmente, la mayoría de los oleoquímicos producidos son de origen vegetal; sin embargo, en los últimos años, se han comenzado a utilizar microorganismos como biorrefinerías para la producción de moléculas lipídicas de uso industrial, que abarcan desde ésteres, alcoholes y alcanos hasta ácidos grasos (AG) con propiedades especiales. En cuanto a los compuestos derivados de AG, es importante destacar que las propiedades fisicoquímicas, y por lo tanto el uso de estos compuestos, se definen en gran medida por las características estructurales de los AG que los componen. En este sentido, los AG insaturados, si bien mejoran la fluidez de los compuestos, son fácilmente oxidables. Por otro lado, los AG saturados, si bien son resistentes a la oxidación, presentan bajos rendimientos y un bajo rendimiento a bajas temperaturas. Para obtener AG y sus derivados con mayor impedimento estérico para mejorar su fluidez a bajas temperaturas, pero manteniendo su estabilidad, nuestra propuesta consiste en producir AG metil-ramificados en bacterias. Para ello, desarrollaremos una plataforma basada en E. coli capaz de sintetizar estos compuestos alterando su proceso natural de síntesis de AG, expresando nuevas vías metabólicas obtenidas de diferentes actinomicetos. Directores: Ana Arabolaza y Hugo Gramajo.
La propuesta central de esta línea es dilucidar la relevancia de los mecanismos de activación de ácidos grasos (AG) en actinomicetos. La reacción de activación de AG más extendida implica su conversión a los correspondientes derivados de la coenzima A (CoASH), que es catalizada por una familia de enzimas ubicuas: FACL (acil graso-CoA ligasa). Sin embargo, en actinomicetos y diversos microorganismos patógenos como Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae, existe un mecanismo alternativo donde los AG pueden convertirse en acil-ACP. Las enzimas a cargo de este paso son FAAS (acil graso-ACP sintetasas) que convierten los AG en aciladenilatos que luego acilan el transportador de acilo: proteínas ACP o dominios ACP en policétido sintasas (PKS) para biosintetizar, por ejemplo, metabolitos secundarios o lípidos complejos. Por lo tanto, las FAAS representan un importante punto de coordinación entre el metabolismo primario y secundario en actinomicetos. Además, algunos miembros de esta gran familia, en particular las FAAL (ligasas de acil-AMP grasos), han sido validados como dianas para el desarrollo de nuevos antimicobacterianos. Actualmente, no es posible distinguir entre las enzimas FAAS y FACL mediante estudios basados en sus secuencias proteicas, siendo necesaria una validación bioquímica para distinguirlas. Por ello, proponemos realizar estudios genéticos y bioquímicos para caracterizar el papel fisiológico de algunos candidatos seleccionados de este tipo de enzimas.
Las bacterias del grupo Actinomycetes han proporcionado más de dos tercios de los productos naturales para uso terapéutico, siendo el 80% de estos compuestos producidos por bacterias del género Streptomyces. En esta línea de investigación, nos centramos en la búsqueda de nuevos compuestos con propiedades biológicas de interés terapéutico. Estamos desarrollando diferentes “Estrategias bioguiadas para la identificación de nuevos agentes antimicrobianos”. Por un lado, analizamos la identificación de compuestos antifúngicos producidos por bacterias rizosferas para su uso en tratamientos de semillas. Por otro lado, en colaboración con la Dra. Eleonora García Vescovi y la Dra. Leticia Llarull, buscamos compuestos naturales de cepas de Streptomyces que tengan actividad moduladora sobre diferentes sistemas bicomponentes de Salmonella typhimurium y Staphylococcus aureus, implicados en la virulencia o patogenicidad de dichas bacterias. Dr. Eduardo Rodríguez.
En esta línea de investigación, abordamos el problema del declive que se origina en la producción agrícola, como es el caso del cultivo de soja, debido al estrés biótico causado por diferentes hongos fitopatógenos. Actualmente, para controlar estas enfermedades, se aplican fungicidas químicos antes de la siembra. Sin embargo, su uso está cada vez más restringido y es objeto de debate debido a sus efectos tóxicos y nocivos para la salud humana y el medio ambiente. Como alternativa, han surgido nuevos tratamientos con microorganismos que inducen un efecto protector sobre los cultivos o biocontrol. En este proyecto, buscamos el desarrollo de agentes de biocontrol basados en cepas de Streptomyces aisladas de la rizosfera de plantas de soja. Estas cepas se caracterizaron por sus propiedades inhibidoras de hongos fitopatógenos, así como promotoras del crecimiento de los cultivos. Actualmente, no estamos profundizando en el conocimiento de los mecanismos de control biológico ni en la promoción del crecimiento de estas cepas, sino estudiando la importancia de la producción de compuestos antifúngicos en el biocontrol. Por otro lado, buscamos optimizar su producción y formulación con la intención de reemplazar los tratamientos tradicionales para semillas y, así, reducir el impacto ambiental de su uso. Realizamos estos estudios con la colaboración de la Dra. M. Amalia Chie.