La tuberculosis sigue siendo hoy en día un grave problema en la salud pública mundial, siendo la enfermedad infecciosa que más muertes causa cada año (1.4 millones en 2019). Este panorama podría incluso empeorar a partir de la pandemia de COVID-19, ya que la notificación de casos en el último año descendió drásticamente, lo que llevará a un aumento en el número de contagios y muertes.
La bacteria Mycobacterium tuberculosis, agente causal de la enfermedad, puede persistir durante décadas en el huésped en un estado de latencia, donde acumula triglicéridos (TAG) que le permiten resistir a los antibióticos comúnmente usados para tratar las infecciones activas.
En este trabajo, publicado en la revista Scientific Reports, los investigadores emplearon Mycobacterium smegmatis como bacteria modelo y caracterizaron la enzima responsable de un paso clave para la formación de TAGs, la ácido fosfatídico fosfatasa (PAP). La ausencia de estas enzimas no sólo impacta negativamente sobre la acumulación de TAGs sino que además modifica el metabolismo lipídico general de las micobacterias.
En la investigación se analizaron estos cambios y se comprobó que estas enzimas también están involucradas en la formación de biofilm en condiciones de estrés. Los resultados obtenidos sugieren que las PAP podrían convertirse en un nuevo blanco para la búsqueda de nuevos agentes antimicobacterianos que puedan tener efecto sobre las infecciones latentes.
Autores:
Agostina Crotta Asis
Franco Savoretti
Matías Cabruja
Hugo Gramajo
Gabriela Gago