Se trata de la Unidad de Procedimientos Especiales, que permitirá articular la clínica con la investigación de avanzada.
El Hospital del Centenario inauguró el viernes pasado la Unidad de Procedimientos Especiales (UPE) y se convirtió en el primero en el país en articular, en la salud pública, investigación de avanzada y clínica. Se trata de los flamantes laboratorios de hematología, anatomía patológica y la estrella del lugar, el área de metabolómica, que trabajará con el Instituto de Biología Molecular (IBR), del Conicet Rosario.
La Fundación Ciencias Médicas gestionó las obras con el aporte de la Bolsa de Comercio de Rosario. La ocasión reunió a las autoridades provinciales, investigadores, profesionales y trabajadores del lugar, para quienes se trató “de un día trascendente”.
Se trata de un remozado sector de 300 metros en la histórica Sala 6, donde se construyeron oficinas, boxes, sanitarios y laboratorios. Allí, unas 30 personas trabajarán con las muestras orgánicas de los pacientes, mientras que el sector de metabolómica recibirá los análisis que se realizarán en forma conjunta con el IBR.
El acto contó con la presencia del ex director y co-fundador del IBR, Diego de Mendoza, quien destacó la novedad de la metabolómica, la última de las ciencias ómicas – una nueva rama en bioquímica analítica que está relacionada con el metabolismo – los procesos (bio)químicos que se producen en las células vivas. Los productos del metabolismo, conocido como metabolitos, se analizan en muestras biológicas tales como orina, saliva y plasma sanguíneo.
Por una parte, el gobierno de la provincia de Santa Fe habilitó el espacio dentro del Hospital Provincial del Centenario, y desde el IBR se ofrece equipamiento de punta, financiado por el gobierno nacional y los recursos humanos altamente capacitados para hacer este tipo de estudios.
“Entre las ciencias ómicas la metabolómica es la que amalgama las respuestas que provienen de la genómica, de la transcriptómica y proteómica. De esta forma realiza un enlace directo entre la investigación básica y la clínica, llevando naturalmente al concepto de medicina traslacional, cuyos tres pilares son: ciencia, paciente y comunidad”, explicó Rodolfo Rasia investigador del IBR y miembro de la Plataforma de Biología Estructural y Metabolómica (PLABEM).
La investigadora del IBR, Paula Burdisso, especialista en el área, obtuvo una beca de la provincia que le permitió formarse en el centro mundial de referencia, el Imperial College de Londres. Allí, realizó un entrenamiento de la mano de uno de los grupos pioneros en el campo de la metabolómica el Dr. Jeremy Nicholson y la Dra. Eliane Holmes, responsables de acuñar el término metabolómica, definiéndolo como la medida cuantitativa y multiparamétrica de la respuesta de un ser vivo a un estímulo fisiopatológico o a una modificación genética.
“La habilitación de la Sala 6, conecta en forma directa el grupo de metabolómica del IBR con los médicos del hospital Centenario, con quienes ya venimos trabajando”, concluyó Diego de Mendoza, en representación del Instituto.
La metabolómica se refiere al estudio de estos perfiles metabólicos como producto de muestras biológicas. En el caso de biología vegetal, muestras de tejido específico se utilizan para perfilar metabolitos. La metabolómica creció junto con la genómica y la proteómica desde mediados de los años noventa como resultado del proyecto del genoma humano, un proyecto destinado a la asignación del sistema de genes humanos. |