El IBR desempeña un papel vital en la generación de conocimiento científico, la formación de profesionales y la promoción de la colaboración científica, contribuyendo al avance tanto de la ciencia fundamental como de sus aplicaciones prácticas.
Se destaca por su investigación en microbiología, biología de plantas y biología de animales, cuya investigación fundamental da lugar a aplicaciones tecnológicas en Biomedicina, Agrobiotecnología, Ingeniería Metabólica entre otras, logrando avances significativos. Además de sus logros, el instituto desempeña un papel esencial en la formación de profesionales, proporcionando oportunidades de desarrollo. Su participación activa en la colaboración científica nacional e internacional refuerza su posición como pilar en la comunidad científica, impulsando el avance constante de la ciencia en Argentina y más allá.
El equipo técnico y administrativo en el IBR no solo desempeña un papel crucial, sino que también constituye la esencia misma de la institución. Son los héroes detrás de escena que trabajan para asegurar que cada engranaje del instituto funcione de manera eficiente y exitosa. En la actualidad, más de 30 profesionales integran el equipo de apoyo científico en el IBR, aportando valor desde sus respectivas áreas para garantizar el funcionamiento fluido y constante de la investigación científica en la institución.
Desde coordinar eventos hasta gestionar recursos, el personal técnico y administrativo es la fuerza impulsora que permite a los investigadores y científicos concentrarse en sus proyectos sin preocuparse por los detalles operativos. Son expertos multitarea, desempeñando roles vitales que abarcan desde la gestión de presupuestos hasta la coordinación logística de experimentos y conferencias. Son el nexo que conecta las diversas áreas y equipos dentro del IBR, esencial para el éxito de proyectos interdisciplinarios y para abordar desafíos científicos complejos.
Paula Burdisso y Claudia Gago, son dos integrantes de este gran equipo y sus historias son un reflejo de sus trayectorias profesionales que construyen todos los días en el IBR.
Una Travesía Científica que Marca Huella en el IBR
Paula Burdisso forma parte de la comunidad IBR desde el año 2008. Su ingreso se remonta a la etapa final de su tesina de grado, un paso fundamental para obtener el título de Licenciada en Biotecnología. Después de culminar esa etapa, decidió continuar su trayectoria académica en la misma institución, bajo la orientación del Dr. Rodolfo Rasia, donde se formó en la metodología de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) aplicada a la Biología Estructural. “Esta experiencia no solo fortaleció mis conocimientos académicos, sino que también me brindó la extraordinaria oportunidad de enriquecer mi perspectiva a través de dos viajes al exterior, al Institut de Biologie Structurale de Grenoble, Francia, donde aprendí como utilizar la RMN para calcular estructuras tridimensionales de proteínas. Estas experiencias internacionales fueron cruciales para mi crecimiento profesional y personal”, destaca Paula.
En el año 2014, completó su formación académica con la obtención del título de Doctora en Ciencias Biológicas. “Impulsada por mi interés en la aplicación de la RMN al estudio de mezclas complejas, decidí dejar las proteínas por moléculas más pequeñas. Esto me llevó a Londres, donde realicé un período de formación posdoctoral en el Imperial College, uno de los centros pioneros en el desarrollo de la metabolómica, una disciplina que se enfoca en analizar y entender los productos químicos producidos por procesos metabólicos en un sistema biológico en un determinado momento. Durante ese período, bajo la dirección de la Dra. Elaine Holmes e Isabel García Perez, pude especializarme en la aplicación de la RMN al estudio de mezclas complejas y adentrarme en el apasionante universo del análisis multivariado de datos”.
Regresó a Argentina en 2015 y asumió el desafío de desarrollar el primer servicio de análisis de perfiles metabólicos por RMN en el país en la Plataforma de Biología Estructural y Metabolómica (Plabem) del IBR. Actualmente, como CPA, lidera proyectos de metabolómica aplicada en áreas de salud, microbiología y alimentos. Su trabajo ha contribuido al desarrollo de proyectos multidisciplinarios con grupos del IBR, de América Latina y empresas regionales, como Promiel SRL, de la localidad de Romang, Santa Fe.
“Mi trabajo en el IBR no solo ha marcado mi formación científica, sino que ha sido un trayecto de aprendizaje continuo y un testimonio de las oportunidades que han guiado mi desarrollo profesional. Siempre estaré muy agradecida a las personas que me dieron la oportunidad de avanzar y me brindaron su apoyo para continuar creciendo y contribuir al desarrollo de la ciencia argentina con calidad”, concluye.
Un Viaje de Compromiso y Colaboración en el IBR
En septiembre de 2007, Claudia Gago se unió al Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), contactada por Hugo Poly para coordinar el área de lavado y esterilización de material de laboratorio. “Este trabajo llegó en un momento crucial de mi vida y, en cierto modo, me rescató. Desde el primer recorrido por los complejos pasillos de la facultad, sentí que estaba en un lugar de gran importancia y que era donde quería estar.
Al llegar a “mi” sala de lavado, me encontré con una montaña de material lista para ser lavado, y de repente apareció Vivi, contenta de tener a alguien que la ayudara. Desde que acepté el trabajo, he experimentado nada más que colaboración; todos me han enseñado algo y me transmitían tranquilidad. Con el paso de los años, me involucré cada vez más con mi trabajo y con el Instituto.
Cuando se empezó a hablar de la mudanza a la “Siberia” -el predio del CONICET Rosario emplazado en Ocampo y Esmeralda- sentí tristeza al pensar en dejar “mi sala”. Sin embargo, participé activamente en la mudanza y en la organización de la nueva sala de lavado y esterilizado, implementando los protocolos que pondríamos en práctica en el nuevo lugar. Resultó ser mucho mejor de lo esperado: todo estaba limpio, cerca y funcionaba perfectamente.
Siendo el área de lavado y esterilizado esencial para todos, hemos conformado un equipo atento a los diferentes requerimientos de cada grupo de investigación. Nos interesa saber si funciona una nueva técnica de lavado, cuál es la forma más adecuada de esterilizar el material que llega a nuestra sala, y hace unos años comenzamos a asistir a cada laboratorio preparando medios de cultivo, rellenando cajas de tips y frascos de eppendorff, con el objetivo de agilizar el trabajo de quienes lo necesitan. Para esto, hemos realizado cursos en la Cruz Roja y en la Facultad de Medicina, asistido anualmente a Congresos Nacionales de esterilización y otros talleres que nos mantienen actualizadas. Desde el subsuelo, aseguramos hacer todo lo posible para que las cosas salgan bien y logren los resultados planeados.
Quiero expresar mi agradecimiento por la oportunidad de formar parte de este increíble equipo de trabajo. Aprecio que hayan aceptado y valorado mis propuestas e ideas, incluso la del divertido Papá Noel invisible. En esta última etapa laboral, mi gratitud se dirige especialmente a mis compañeras Vivi, Lili, Silvana y las chicas de la facultad con las que eventualmente compartí momentos. Agradezco a todos los becarios y tesinistas que hicieron que me sintiera importante y útil para su trabajo, a los investigadores que valoraron mis aportes y a la administración por ser siempre amables con mis pedidos. Finalmente, un agradecimiento al IBR por permitirme ser parte de esta comunidad”.
