El espermatozoide de mamífero es una célula altamente compartimentalizada y polarizada donde es fácil visualizar dos regiones bien diferenciadas: la cabeza y el flagelo. Tradicionalmente estas regiones han sido estudiadas en forma independiente; es decir, aquellas proteínas o estructuras presentes en la cabeza solo son necesarias para la exocitosis acrosomal o la interacción con el ovocito, mientras que aquellas ubicadas en el flagelo son únicamente importantes para el desarrollo de la motilidad. El empleo de nuevos métodos para aumentar la resolución de las estructuras observadas al microscopio (microscopia de super resolución) ha hecho posible entender como es la compleja regulación en ambos compartimentos y a su vez, como se relacionan entre si en la compleja cascada de señalización que ocurre en el espermatozoide.