Pablo Tomatis, miembro del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, CONICET–UNR), participó como organizador y moderador en el 4º Foro Latinoamericano de la Asociación de Alumni Marie Curie, realizado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) del 1 al 4 de octubre.
Tomatis, actual chair del capítulo argentino de la asociación, coordinó la mesa dedicada a Diplomacia Científica, un campo emergente que utiliza la ciencia como herramienta de cooperación entre países, favoreciendo el diálogo internacional y la construcción de políticas públicas. “En Europa o Estados Unidos la diplomacia científica tiene agendas muy distintas a las nuestras; en América Latina tratamos de darle un énfasis local para hablar de las prioridades y necesidades de la región. Es importante para impulsar la integración regional y posicionar la producción científica local en la agenda internacional”.
Estos espacios buscan acercar a científicos, gestores y responsables políticos, en particular la mesa reunió a un parlamentario mexicano, un representante de Chile en el International Science Council y miembros de la Delegación Europea. Según Tomatis, “las conclusiones se vuelcan luego en documentos que pueden servir de base para recomendaciones o incluso influir en políticas públicas, como ocurrió en Europa con la definición de presupuestos vinculados al Mercosur”.
La Asociación de Alumni Marie Curie, que cuenta con casi 20 mil exbecarios en todo el mundo, es financiada por la Unión Europea y promueve la cooperación científica global a través de congresos, webinars y actividades de divulgación. En Argentina, el capítulo nacional reúne a quienes realizaron una beca Marie Curie y viven o trabajan en el país, además de orientar a nuevos postulantes. “El rol del chair es también ser contacto directo para quienes desean postularse, ponerlos en relación con exbecarios que puedan ayudarlos. Esto es clave porque son becas muy competitivas”, comentó Tomatis.
La participación de Pablo en México se suma a una trayectoria que incluye la organización del primer congreso latinoamericano en Buenos Aires y la coordinación de sesiones en encuentros globales realizados en Polonia y Milán. Su labor refleja el compromiso del IBR con la internacionalización de la ciencia argentina y con la construcción de redes que vinculan investigación, sociedad y política.
“Básicamente se trata de hacer contactos, construir redes y dar visibilidad a los desafíos de nuestra región. Es un terreno en el que en Argentina todavía hay mucho por hacer, pero donde podemos aportar una mirada propia”, concluyó.





