La práctica de la siembra directa implica un aumento del uso de agroquímicos; entre ellos, el herbicida foliar de amplio espectro, glifosato. Este herbicida actúa sobre la vía de shikimato de las plantas a través de la inhibición de la enzima 5- enolpiruvilshikimato 3-fosfato sintetasa (EPSPS), involucrada en el metabolismo de aminoácidos aromáticos. El glifosato se ha convertido en el herbicida más utilizado en todo el mundo debido a la introducción de cultivos transgénicos resistentes al mismo.
La Organización Mundial de la Salud lo ha clasificado dentro del grupo 2A, que incluye posibles carcinogénicos para humanos. El uso excesivo e inadecuado de glifosato se asocian a su presencia generalizada en ambientes acuáticos y terrestres. Por ello, resulta imprescindible contar con controles sistemáticos de concentraciones del herbicida y sus compuestos de degradación. Para esto, se propone el desarrollo de herramientas que permitan detectar y detoxificar la molécula de glifosato. En el grupo se ha aislado, identificado y secuenciado bacterias obtenidas de ambientes contaminados con glifosato, entre ellas, la cepa CHLDO de Agrobacterium tumefaciens
que ha demostrado ser eficiente en la degradación de glifosato adicionado al medio de cultivo. El objetivo general de este proyecto es caracterizar esta vía de degradación, incluyendo su regulación, y diseñar herramientas biotecnológicas que posibiliten la detección y remoción de glifosato del ambiente.