Como cada año, la UNR reconoció a los mejores promedios de sus facultades, y en esta ocasión, la distinción fue otorgada a Nicolás Chamorro, quien realizó su tesina de grado en el IBR y actualmente desarrolla su doctorado en el Laboratorio de Microbiología Estructural y Biodiseño.
Con motivo de este reconocimiento, Nicolás comparte su pasión por la ciencia y sus destacados logros académicos. Habla sobre los motivos que lo llevaron a elegir esta disciplina y a alcanzar la excelencia, reflexionando además sobre la importancia del esfuerzo colectivo en el ámbito científico. “Siempre supe que mis intereses estaban orientados hacia la investigación o lo científico. Decidí estudiar Química de manera bastante arbitraria frente a otras disciplinas, y por suerte, resultó encantarme”, explica.
Durante su tesina en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), Chamorro se centró en el análisis estructural y comparativo de distintas glutamato deshidrogenasas (GDHs). Estas enzimas, fundamentales en el metabolismo de los seres vivos, son especialmente relevantes en bacterias patógenas como Mycobacterium tuberculosis. “Estudio ciertas GDHs bacterianas asociadas a la virulencia y la subsistencia de organismos patógenos. Conocer su forma y función nos ayuda a entender cómo estas bacterias sobreviven en sus hospedadores y podría brindarnos herramientas para desarrollar nuevas estrategias de combate“, detalla.
Nicolás, también describe los retos que ha enfrentado en su trabajo y cómo su experiencia en el IBR ha sido enriquecedora: “Siempre surge un nuevo problema con el que lidiar, lo que mantiene vivo mi interés. Me aburre la repetición y la monotonía; aquí, cada día trae algo diferente”, comenta entre risas.
Sobre el impacto de la ciencia en la sociedad, Chamorro reflexiona acerca del valor del trabajo colectivo en este ámbito. “Es difícil imaginar cómo una labor individual contribuye al bienestar general de la sociedad. Sin embargo, creo que el trabajo científico, en su conjunto, representa un esfuerzo colectivo destinado a resolver problemas que nos afectan a todos. Es fundamental entender que el valor de la ciencia trasciende los resultados inmediatos o los beneficios económicos”, afirma.
A los estudiantes que aspiran a una carrera científica, Nicolás les aconseja asumir riesgos y mantener la determinación: “Hoy el escenario puede parecer difícil en ciertos aspectos, pero tomar el coraje de agarrar el timón cuando las aguas son turbulentas y lograr el objetivo propuesto no solo es súper reconfortante sino que te da experiencia y aprendizaje que en momentos donde todo está servido uno no obtiene”.
En cuanto a sus planes a futuro, Nicolás asegura que su interés se inclina cada vez más hacia la biología y los sistemas con aplicaciones en salud. “Con mi mente de químico, todo parece lo mismo… tal vez todo es química”, bromea. Por ahora, su principal objetivo es concluir su doctorado y continuar explorando investigaciones que integren química y biología, buscando soluciones para mejorar la salud humana.
